Estrella Collado
El rómanico en Cantabria
Colegiata de San Martín de Elines y la leyenda de la “Vieja Choricera”.

En el cántabro valle de Valderredible, etimológicamente Valle de las riberas del Iber –Ebro-, se encuentra una importante muestra de la arquitectura religiosa medieval. El románico con sus misteriosas simbologías y leyendas es especialmente espectacular en la Colegiata de San Martín, ubicada en el pueblo de Elines. De fábrica del siglo XII es uno de los arquetipos más representativos de la arquitectura neolatina en Cantabria.
Ubicada en el Camino de Santiago, la iglesia era parte de un monasterio benedictino que se erigió sobre un antiguo cenobio mozárabe del siglo X, del cual podemos observar algún vestigio en el claustro, aunque sufrió considerable reforma en el siglo XVI. El edificio está constituido por una nave con presbiterio y ábside. Se caracteriza por un campanario, muy poco frecuente en la época, esbelto y cilíndrico situado en un lateral de la fachada sur que tiene una altura de veinticuatro metros, al que algunos estudiosos ven semejanzas con las del románico de los Pirineos, y muy claramente con las torres de San Martín de Fromista –Palencia-, que también son redondas . En su interior llama la atención la altura de su única nave, el techo de madera y las arquerías. La cúpula reposa en cuatro pilares cilíndricos rematados con capiteles decorados con escenas de la “matanza de los inocentes”, “adoración de los Magos”, “Sansón matando al león” y “Daniel en el foso de los leones”. Escultóricamente destaca el león como parte de la significación simbólica. Tuvo pinturas murales en zonas de la bóveda y muros del ábside de las que aún queda algún fragmento de estos frescos, única muestra de pintura románica que se conserva en Cantabria.
El claustro tiene forma trapezoidal y mantiene algunos arcos de herradura de la primitiva iglesia mozárabe, en sus paredes irregulares están los sepulcros de varios abades, uno de los enterramientos está datado en 1183 pertenece al Abad Pedro, a quien el rey Alfonso VIII de Castilla hace donación de varias villas, según consta en un documento fechado en 1165 a Pedro Martínez, Abati de Nelines. Destaca otro conocido enterramiento Sepulcro del Caballero Peregrino de estilo gótico, parece que es de un infante de Castilla que se encontraba de peregrinación hacia Santiago. En el mismo recinto encontramos pilas de bautismo llevadas de otras parroquias que fueron desmontadas en algún momento de la historia de la comarca de Elines. Y desde el claustro se accede a la iglesia de la antigua colegiata por una puerta occidental del templo, de gran elegancia donde destacan columnas con capiteles vegetales.
En el muro exterior de la fachada meridional junto a la torre-campanario encontramos un bajorrelieve donde se intuyen tres figuras, pues está muy dañado. Entre los habitantes es conocido como La vieja choricera pues según la leyenda, los niños y niñas de la comarca acudían a la catequesis y a las misas que duraban muchas horas. Salían raudos y muertos de hambre para merendar el bocadillo de chorizo que les hacían sus madres. El problema era en la Cuaresma que al ser un periodo en el que la iglesia católica prohibía comer carne, las madres no les llevaban el bocadillo de chorizo y los engañaban diciéndoles que la “vieja choricera” se los había llevado. Al terminar la cuaresma los niños cansados de tanto ayuno y de la vieja choricera, que ellos creían representada en el bajorrelieve, la emprendían a pedradas el primer domingo de Pascua. Y parece que esa es la razón de su deterioro.

Continuando en su exterior además del campanario, destaca el cimborrio o la torre central sobre la que se sustenta la cúpula, y especialmente el ábside semicilíndrico dividido en calles por finas columnas que descansan en el plinto. En ellas se muestran esbeltas ventanas. Los canecillos que adornan los aleros están decorados con expresivas figuras antropomorfas y bestiario medieval, con escenas grotescas, eróticas y exhibicionistas. Poseen representaciones de seres mitológicos y otras de monstruos característicos de la Edad Media, entre las que destacan dos monstruos devorando a una mujer.

Uno de los grandes estudiosos de este monumento fue el cántabro Miguel Ángel García Guinea eminente arqueólogo e historiador experto en la historia del arte Románico español, para quien existen dos series de imágenes: las que se representan en canecillos y capiteles del exterior con temática más profana y popular y los del interior con representaciones de carácter más sacro. Y al lado se ubica el cementerio del pueblo.
Tras la decadencia monacal pasó a ser parroquia. Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931.

Imágenes de - edad de niebla -