Para algunos historiadores la celebración de San Valentín tiene su origen en las Lupercales o Lupercalia que llevaban a cabo los romanos el 15 de Febrero, mezclando conceptos del culto a la muerte, la fertilidad y el erotismo. Tan importantes son las deidades relacionadas con el amor que el Foro de César, alma de la ciudad de Roma, estaba presidido por la estatua de Venus, de quien parece descendía el emperador, y con ocho columnas, del orden Corintio, se alzaba sobre un podio el templo de mármol cuya base se decoró con los llamados “amorcillos” en homenaje al dios “Cupido” - Eros de la mitología griega-.
Cuenta la tradición que Cupido era hijo de Venus, diosa del amor, de la belleza y de la fertilidad, y de Marte, dios de la Guerra. Estaba provisto de arco y flechas, aunque sus saetas no eran para la muerte sino para el amor. Si una persona era alcanzada por una de ellas caía herida de pasión y de enamoramiento a primera vista. Esta deidad se representaba como una especie de “angelote” o querubín alado con los ojos vendados. Sus atributos eran dos flechas: la primera de oro que disparaba para conceder el amor, y la segunda de plomo, con la que trasmitía el rechazo y la indiferencia.
Apuleyo en su obra el “asno de oro o la metamorfosis”, s. II d. de C., recoge la leyenda que narra como la diosa Venus celosa de la belleza de la princesa Psique le encarga a su hijo que la enamore de un mortal. Pero en la maniobra de dicho encargo, el mismo Cupido se hace daño con una flecha cayendo rendido al amor de la joven. Como no podía revelar su identidad le pide a la bellísima princesa que viva con él, uniéndose los amantes después de cada anochecer. A cambio de la felicidad eterna, el dios del Amor, le hace cumplir una promesa a su amada: que nunca le descubra el rostro. Pero la curiosidad puede más que la palabra dada. Una noche mientras su amado duerme, Psique, descubre quien se esconde en la oscuridad, faltando así a su juramento. Al sentirse traicionado huye. Su amada no puede soportar su ausencia y se arrastra ante Venus para que interceda. Finalmente se apiadó de ella e hizo lo posible para la reconciliación de la pareja que se reúne en el Olimpo y adquiriendo, la princesa, su condición de inmortal se convierten en esposos para toda la eternidad.
¿Porqué San Valentín se convierte en el sucesor de Cupido? La respuesta la encontramos en la época paleocristiana, en la Roma gobernada por el emperador Claudio II, del siglo III donde los cristianos eran perseguidos. Parece ser que el joven “sacerdote” Valentín ponía en riesgo su vida por unir en matrimonio a parejas que profesaban la nueva religión, contraviniendo las leyes romanas. Enterado de estas actividades “ilegales” el emperador ordenó su encarcelamiento. Conoce a Julia, hija del carcelero, cuentan que se enamora de ella y provoca el milagro que le cura la ceguera. Al ser sentenciado a muerte un 14 de febrero del año 270, deja una carta escrita a la joven, en señal de despedida, donde le manifiesta su amor y amistad . Desde entonces los cristianos comenzaron a conmemorar este día dedicado al mártir Valentín, Santo Patrono de los enamorados.
Con el tiempo comenzó a tomar fuerza, especialmente en los siglos XIV, XV y XVI, gracias a los poemas de poetas ingleses tan destacados como lo fue Shakespeare, y la convierten en una festividad mundialmente extendida y celebrada por las parejas de enamorados, que en ese día se declaran “amor eterno” y se regalan rosas rojas, como símbolo del amor. La comercialización de este evento se inicio a principios de siglo XX, en Estados Unidos, con las famosas cajas de bombones con forma de corazón. Hacia los años 50 comienzan a imponerse regalos más valiosos como joyas y diamantes. En la década de los 60 se introducen en España las famosas Joyas del Amor del Día de los Enamorados con una icónica y archifamosa frase: Hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana.