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Los guisantes de Mendel



Aunque nunca fueron mis favoritas las asignaturas de ciencias, siempre que nos remitimos a nuestros tiempos de estudiantes y a la asignatura de Ciencias Naturales guardo el recuerdo de Mendel y de sus guisantes. Y de la profesora cuando nos explicaba que la genética había nacido en el jardín de una abadía.


A la vez que Darwin escribía el Origen de las especies, el monje George Mendel estaba concentrado en sus experimentos que constituyeron las primeras pistas sobre los mecanismos de la herencia genética. En 1865 el monje presentó a la Sociedad de Historia Natural local, los resultados de sus experimentaciones con unas 30.000 plantas de guisantes. Sus estudios los llevó a cabo en la tranquilidad de los jardines de su monasterio de Brünn, actual República Checa. Para ello efectuó numerosos cruces de variedades de plantas de guisante demostrando que la herencia se originaba de modo predecible.


En 1866 Mendel publicó sus observaciones y su modelo de la herencia bajo el título Experimentos sobre hibridación de plantas, en las Actas de la Sociedad de Historia Natural de Brünn. En 1868 fue nombrado abad, abandonando en cierta medida sus estudios por las nuevas obligaciones de su cargo eclesiástico.


Su gran descubrimiento pasó bastante inadvertido, sus contemporáneos no reconocieron la importancia de su trabajo, pues sus hallazgos contradecían las ideas predominantes sobre la herencia. Bastante tiempo después de su muerte, su obra fue redescubierta en 1900, constituyendo una base importante para nuevos descubrimientos en materia de genética y se reconocieron los cromosomas como los portadores de la información genética. Con los años los científicos pudieron comprobar lo innovador y vanguardista que fue en sus estudios con el uso de las matemáticas en la biología.


El monje realizó sus experimentos claves con guisantes de jardín como sistema modelo. Las características útiles de los guisantes con su rápido ciclo de vida, la producción de cantidad de semillas y su autofecundación fueron determinantes para que Mendel logrará producir líneas de guisantes genéticamente puras: autofecundó y seleccionó estas plantas durante muchas generaciones hasta la obtención de líneas que producían consistentemente una descendencia idéntica al progenitor. Como la producción de semillas de la planta del guisante es muy prolífica pudo realizar muchos cruces y examinar muchas plantas individualmente cerciorándose de que sus resultados eran constantes y precisos.


Imagen de - edad de niebla -

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