Tiempos modernos
Una película para reír mucho y reflexionar un poco
Disfrutemos con el genial Charles Chaplin
Enlace para ver la película en youtube
Tiempos modernos
Es una película norteamericana de 1936, estrenada años después, dirigida y protagonizada en su papel masculino por Charles Chaplin. Completan el reparto Allan García, Paulette Godart, Chester Conklin, Hank Mann, y Henry Bergman. Y música y guion del mismo Charles Chaplin.
Tiempos modernos es una de las obras maestras de este actor, director y guionista. Fue pensada como película muda cuando ya hacía unos años de la existencia del cine sonoro, pese a lo cual Charles Chaplin, que había logrado la fama con el cine mudo de pantomima, prefirió en esta película contar solo con la voz en off de un narrador que da paso a las consecutivas escenas y saltarse la oportunidad de incorporar diálogos hablados, que sustituyó por efectos sonoros, experimentando entre el cine mudo y el sonoro, sonidos producidos por el ruido de las máquinas , música, voces que provienen de altavoces de la pantalla desde donde el jefe observa la sala de máquinas... Sonidos entre los que destaca una secuencia en la que se escucha la voz de Chaplin cantando y que supone unos de los momentos más divertidos de la hora y veintisiete minutos de duración de esta narrativa fílmica.
El protagonista de la historia es un obrero de una empresa que, desbordado por el ritmo frenético de la cadena de montaje en la que desarrollaba su trabajo, termina perdiendo la razón. Aunque en Tiempos modernos se denuncian las injusticias de una realidad de la clase obrera y un mundo automatizado, también hay ternura, sentimientos y amor.
Chaplin, muy preocupado por los problemas sociales de aquellos momentos, lleva sus inquietudes a la comedia, defendiendo la libertad del hombre frente a la industrialización y la tiranía de la máquina sobre la persona, en una época en la que las secuelas de la Gran Depresión Americana se mostraban en forma de desempleo masivo coincidente con el aumento de la automatización industrial. Critica un mundo que está más interesado en el consumo y la producción que en la felicidad de sus habitantes.
Podemos disfrutar en esta película con muchas escenas memorables que han quedado para formar parte de los anales de la historia del cine, como, por ejemplo, la secuencia de la cinta transportadora en la que el vagabundo, obrero de una fábrica cuyo trabajo consiste en apretar una serie interminable de tornillos o aquella en la que Chaplin es elegido para probar un artilugio de alimentación que consiste en un dispensador giratorio que se termina descontrolando, haciendo que en lugar de la sopa caigan en la boca del “conejillo de indias” las tuercas de metal.
El ingenio de Chaplin está presente en cada una de las escenas de esta comedia, escenas en las que desde la vía de lo absurdo se canaliza toda una problemática de esa vida moderna en la que la máquina empezaba a apoderarse del hombre. Con secuencias llenas de simbolismo como la misma apertura de la película con el rebaño de ovejas que entra a empujones en su redil convirtiéndose de pronto en trabajadores símbolo del control del poder sobre las personas . El mismo inicio, en el que como fondo de los créditos, se ve un reloj que señala las seis de la mañana y que continúa midiendo el tiempo cual negrero persecutorio que registra la disciplina y el método regular de sincronización de la producción.
La base discursiva es el capitalismo como factor determinante de la miseria del mundo.
La concatenación de enredos aportan al film un ritmo que solo la creatividad de Chaplin pudo llegar a alcanzar en la historia del cine
El visionado de esta película nos va a hacer reír, pero también reflexionar.
Que tengáis un buen fin de semana.