Belén Matanza
La pandemia que no cesa
Cómo actuamos si sospechamos que estamos infectados

La sanidad vuelve a estar desbordada a causa del COVID, los hospitales están adelantando las altas ante el temor de colapso, la atención primaria esta saturada y cada día crece el número de contagiados, por lo que resulta obligado volver a hablar de este tema.
Que las cosas están mal está claro. Hace unos días acompañé a mi madre al servicio de urgencias del hospital pues se había fracturado el radio, y cinco horas después de estar esperando por ella, me dicen que todavía no la atendieron ya que están en espera 167 personas, También me informan que es que tienen las urgencias colapsadas a causa de las personas que tienen síntomas y que acuden al hospital para hacerse una PCR. Por este motivo creo necesario que todos conozcamos como actuar ante la sospecha de estar infectado por COVID pues aunque el Ministerio de Sanidad ha desplegado toda una serie de carteles informativos sobre la conducta a seguir, in situ, compruebo que hay mucha desinformación.
Lo primero ante la presencia de síntomas es "aislarse" hasta que nos hagan una PCR de control. Precisamente para no colapsar las urgencias, han habilitado puntos de PCR y test de antígenos en los centros de salud y en algunas zonas específicas, concretamente en Asturias, que es la comunidad autónoma en la que trabajo, los hay en Oviedo y en Gijón. Y se puede solicitar que te hagan la PCR por internet. Personalmente recomiendo hacerse un test rápido de antígenos que cuesta unos 5 o 6 euros y nos permite asegurarnos si estamos infectados o no.
No es necesario llamar al centro de salud si estamos asintomáticos o con síntomas leves, no hay que preocuparse por la IT pues se gestiona con efecto retroactivo desde el inicio de los síntomas. Solamente habrá que llamar al centro de salud ante la aparición de síntomas graves o empeoramiento de nuestro estado. Los signos ante los que debemos alarmarnos son la fiebre elevada, la disnea o el dolor torácico, vómitos, diarrea con deshidratación, descompensación respiratoria, confusión o letargia. Son pacientes de riesgo las mujeres embarazadas, los pacientes con enfermedad pulmonar crónica, con cardiopatías crónicas, obesidad, diabetes descompensadas, HTA, cirrosis hepática, tabaquismo, enfermedad renal crónica, inmunosupresión o cáncer activo.
Una vez nos sea realizada la prueba diagnóstica de infección aguda (PDIA) nos enviarán un SMS informándonos del resultado de la prueba en un plazo de 24/48 horas y si la prueba es positiva recibiremos una llamada del equipo de rastreo o del centro de salud, que nos indicarán la necesidad de mantener el confinamiento durante siete días para reincorporarnos a nuestro trabajo una vez pase la cuarentena, siempre y cuando se lleven 72 horas asintomáticos
.
A tal fin, los centros de salud llevan un seguimiento telefónico de las personas infectadas con COVID, que se realiza al quinto y al séptimo día al objeto de informarse de la evolución de nuestro estado tras ser diagnosticado de COVID. Una duda bastante frecuente entre los infectados es si le realizarán una PCR o un test de antígenos para reincorporarse a su actividad laboral. La respuesta es que no, porque va a ser la ausencia de síntomas durante al menos 72 horas la que va a determinar el fin del aislamiento.
También se suelen suscitar bastante dudas en relación con la conducta a seguir por las personas que han sido contacto estrecho de infectados por COVID. Aquí la respuesta es diferente si el contacto está vacunado o no. En caso que el contacto estrecho no esté vacunado precisará cuarentena domiciliaria los siete primeros días y los diez posteriores deben extremar las medidas de precaución. En caso que el contacto estrecho esté vacunado no se aislará, solo se recomendará que extreme las precauciones y restrinja al máximo las interacciones sociales, evitando el contacto con las personas vulnerables, que son las personas mayores de 70 años, inmunodeprimidos y mujeres embarazadas. No se rastreará ni se realizará una de las dos pruebas PDIA que actualmente existen a los contactos estrechos asintomáticos.
Actualmente existen solo dos pruebas de detección de la infección activa, la detección de ARN viral mediante una PCR o la prueba rápida de detección de antígenos. Hoy día, un test rápido con síntomas es prueba diagnóstica por sí misma.
Espero que con estos breves apuntes os haya aclarado un poco el estado actual de la situación ,y sobre todo, que tengáis claro como actuar ante la sospecha de estar infectado por esta lacra que a día de hoy parece que sigue yendo por delante de nosotros. Menos mal que las vacunas han marcado un antes y un después en el desarrollo de la infección pero nos esperan meses difíciles frente a los que debemos estar preparados. Pero como decíamos durante la primera ola ¡resistiremos!.
Imagen de - edad de niebla -