Estrella Collado
Tradiciones de Semana Santa

Por estas fechas, tanto en el ámbito religioso como en el gastronómico, son muchas
las costumbres, las ceremonias y los diversos platos que se cocinan en los diferentes lugares
de España. Como sabéis es la fiesta más importante para los católicos junto con la Navidad.
Esta festividad es una celebración de la cristiandad y rememora la pasión y muerte de Jesucristo. Abarca desde la última semana de Cuaresma, que situamos en el calendario, entre el domingo de Pascua y el domingo de Resurrección. Son numerosos los oficios religiosos y procesiones, pero también nos podemos sorprender con los ritos curiosos, que guardan un claro germen pagano, y se llevan a cabo por estas fechas. Se inician los actos el Domingo de Ramos con la bendición de palmas y ramos que simboliza la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. El Jueves Santo rememora la Última Cena de Cristo con sus discípulos. El Viernes Santo la crucifixión y muerte de Jesús. El Sábado Santo día de luto y el Domingo se celebra su Resurrección.
Cada comunidad autónoma, cada ciudad y cada pueblo conmemora estos festejos con sus particulares excelencias. Desde Danzas de la muerte medievales, o procesiones paganas de borrachos, una de las más populares se lleva a cabo la noche del Jueves Santo “El entierro de Genarin”, en León. La danza de la Muerte de Verges, en Girona, dónde cinco esqueletos saltan y bailan a ritmo de timbales, tiene su origen en la Edad Media en época de la peste negra. En Navaluenga, Ávila, la costumbre es dar lectura a poemas dedicados a Cristo, La Rompida de la Hora, o la Tamborrada de Calanda, una de las más afamadas, con el estremecedor sonido de tambores que no cesan de tocar durante horas y hasta las 14.00 h. del Sábado Santo. Durante las procesiones de Málaga, Jesús el Rico libera a un preso, costumbre que se remonta a la pragmática de Carlos III.
Veintisiete festividades de semana Santa están declaradas Celebraciones de Interés Turístico Nacional. En Bercianos de Aliste, un pequeño pueblo zamorano, se celebra desde hace cinco siglos, y se lleva a cabo de modo peculiar, se remonta también a la época de las tremendas epidemias de peste negra, se trata de la única Semana Santa de España declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial. Según explica la página de su ayuntamiento: A las 16:00 h, del Viernes Santo, se inicia la Procesión del Santo Entierro, el Cristo Crucificado en su cruz de madera y la Virgen Dolorosa esperan la llegada de los cofrades, mientras "las mujeres de mayor edad rompen el silencio con sus cánticos". Aparecen los cofrades ataviados de blanco, que son las mortajas que llevarán el día que mueran en sus respectivos entierros. Tras los rezos tiene lugar la bajada de Cristo de la cruz, una antigua talla que recogen los bercianos a los pies del crucifijo.
En cuanto a la gastronomía se comienza el Domingo de Ramos con una celebración especial, por ejemplo en Asturias son tradicionales las “jarrapas” o pulientas, una crema de harina de maíz cocida con agua, a la que después se le añade mantequilla y miel. Ya lo dice el refrán: "En Domingo de Ramos jarrapas comamos".
Uno de los platos más extendidos en nuestro país es el potaje de Vigilia, integrado por garbanzos, espinacas y bacalao, se consume, sobre todo, el Viernes Santo, pues la religión prohibe el consumo de todo tipo de carnes. Otro plato que no puede faltar en la costumbre popular, son las humildes pero sabrosas sopas de ajo preparadas a base de pan duro, ajos, huevo y caldo, o las patatas a la importancia. Y en general todo aquello que se pueda realizar con estos ingredientes: el bacalao, huevos duros y pan. El postre con más arraigo en estas fechas son las torrijas, pero también la leche frita, pestiños con miel y los buñuelos de viento, entre otros. Para cerrar esta semana festiva el Domingo de Pascua, como ya se puede consumir carne, el menú gira entorno al cordero y cabrito al horno, y otros guisos de carne. En Asturias todos los hogares preparan una laboriosa borona preñada, especie de gran torta amasada con harina de maíz y rellena de de carne, tocino y chorizo, que se hornea durante muchas horas en horno de leña.
Los Huevos de Pascua. Esta costumbre se remonta a tiempos ancestrales donde lo huevos tenían especial protagonismo por ser símbolo de la fertilidad y de la renovación interior. El cristianismo fue asimilando este rito pagano, y lo incorporó a la celebración de la Pascua de Resurrección. Es costumbre regalarlos para desearnos una vida nueva, renovada. Antes se pintaban y decoraban los huevos de gallinas o de pavos, que se daban como presentes a familiares, ahijados o amistades. De hecho esta atávica usanza, aún se realiza en la localidad asturiana de Pola de Siero y se celebra el martes siguiente al Domingo de Pascua. Posteriormente los huevos se fueron sustituyendo por los de chocolate con decoraciones espectaculares que inundan en estas fechas todas las confiterías del país. Otro de los íconos de la repostería del domingo de Resurrección son “Las Monas de Pascua” o en otras zonas conocidos como “Roscos de Pascua”, que se consumen para poner fin a la austera Cuaresma y a la abstinencia que esta conlleva.

Imágenes de - edad de niebla -