Estrella Collado
Tradiciones navideñas en Noruega: brujas, escobas y duendes.

Son muchos y muy curiosos los ritos navideños que se repiten en todo el mundo. La mayor parte mantienen la esencia del paganismo anterior a la cristianización. En todas las culturas de los diferentes pueblos europeos de la antigüedad, las brujas son figuras que ocupan un lugar principal en sus creencias y tradiciones, especialmente, en las zonas rurales.
Dentro de estas se distinguen las brujas malas o luciferinas que practican la magia goécica para causar mal y siempre está relacionada con el diablo. El mal puede realizarse con la mirada “mal de ojo” o agüeyamientu” –en Asturias- o con la palabra “maldición”. Las brujas buenas practican la teúrgia o magia blanca o natural.
Uno de los elementos más característicos e inseparables de las brujas son las escobas. Alrededor de estas hay miles de leyendas. En algunas zonas se cree que las utilizan para acudir volando a los aquelarres – reuniones anuales de las brujas- capitaneadas por Satán o por algún espíritu maligno. Normalmente las brujas adquieren mucho protagonismo en fechas clave, en Abril, el 24 de Junio en la Noche de San Juan, en la de Noche Buena 24 de Diciembre y en la de San Silvestre 31 de Diciembre.
En Italia La Befana es una bruja buena que reparte regalos entre los niños desde su escoba. Sin embargo en Noruega hay la creencia de que en Noche Buena, brujas y espíritus malignos salen a buscar escobas para volar, si logran las encontrarlas y sobrevuelan las casas, la maldición caerá sobre las familias. Por esta razón los noruegos ese día antes de irse a la cama esconden todas las escobas de sus casas. La base de esta leyenda parece estar en un hecho real acaecido una víspera de Navidad de 1617, en que un mar embravecido azotó sin piedad a una pequeña localidad en el norte de Noruega que dejó sin hombres la isla. Por este suceso considerado acto de “hechicería” fueron juzgadas y condenadas a morir en la hoguera 91 mujeres acusadas de la práctica de magia maligna y de haber provocado la terrible tormenta. El caso fue considerado como uno de los primeros grandes juicios por brujería en Europa y conocido por Las Brujas de Vardo. Estos hechos los narra la extraordinaria novela de Kiiiran Millwood Hargrave, La isla de las mujeres. En esta localidad las mujeres eran libres y autosuficientes en el siglo XVII, sin duda fueron juzgadas siendo inocentes por un sistema patriarcal al que molestaban.
En contraposición también existe la creencia de los Nissers, seres protectores. Son pequeños duendes, gnomos benéficos, que desde tiempos ancestrales guardan rebaños y granjas. Todos los niños noruegos sacan a los jardines las figuras de estos diminutos personajes para que protejan sus casas. Una vez escondidas las escobas y con los Nissers protegiendo sus hogares celebran la Navidad reuniéndose las familias para comer sus viandas festivas y su tradicional postre especie de turrón llamado “sand kanger”. Es costumbre ineludible que los niños lleven la cena a sus gnomos protectores obsequiándolos con su comida preferida que es un tazón de leche con avena.
Imagen de - edad de niebla -