top of page
  • Foto del escritorEstrella Collado

Un viaje psicodélico



En 1938 por pura casualidad un químico suizo descubrió una sustancia alucinógena conocida como LSD –la dietilamina del ácido lisergénico-. Hofmann estudiaba la sustancia producida por el hongo del centeno conocido como “cornezuelo”, y otros compuestos relacionados con él, en el marco de sus investigaciones para lograr un fármaco contra la migraña.


Albert Hofmann creó un nuevo compuesto acoplando sintéticamente el grupo de la dietilamina al ácido lisergénico y lo bautizó como LSD 25. Un 16 de abril tuvo que abandonar el trabajo debido a las extrañas sensaciones que comenzó a experimentar. De regreso en su domicilio para paliar su mal estar se acostó y comenzó a sentir unas alucinaciones tremendas. A la mañana siguiente se despertó con sensación de cansancio aunque, pese a todo, normal. En el laboratorio dando vueltas a lo ocurrido llegó a la conclusión de que había absorbido a través de la piel una pequeña cantidad de LSD 25. Para confirmarlo se le ocurrió ingerir una, de lo que él suponía, dosis mínima. Ignorando que era mil veces más potente que el mezcal, y las sensaciones que experimentó le aterrorizaron.


El Dietilamida del Acido Lisérico, también conocido como tripi, del inglés “trip” –viaje-, es un líquido incoloro, inodoro y con un sabor ligeramente amargo. En la década de los 60 del siglo XX surge su consumo masivo vinculado al movimiento hippie en Estados Unidos, cuya ideología se originó como oposición al materialismo, al conformismo, a la discriminación racial, a las prohibiciones y a la burocracia. Fue tal su poder que tuvo un fuerte impacto en las diferentes disciplinas del arte como la pintura, la escultura, la música e incluso la moda del vestir. Supuso una auténtica revolución social hasta el punto de que el grupo musical más famoso de todos los tiempos, The Beatles, le dedicó uno de sus temas, incluido en el album conceptual bajo el título genérico de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, escrito por el mítico John Lennon, Lucy in the Sky with Diamons (Lucy en el cielo de diamantes), un supuesto acrónimo al LSD, sustancia a la que se hace referencia durante toda la canción en la que un órgano electrónico induce a un trance psicodélico. Causó una gran controversia a finales de los 60 por entender que incitaba al consumo de las drogas. Sin embargo Paul MacCartney aclaraba años más tarde que la letra está basada en un inocente dibujo que le mostró su hijo a Lennon donde aparecía su amiga y compañera de clase Lucy O'Donnell rodeada de estrellas y además le sirvió como fuente inspiradora la obra de Lewis Carroll, Las Aventuras de Alicia en el país de las maravillas.


A diferencia de otros narcóticos, con el LSD no hay una disminución del nivel de conciencia y queda un recuerdo nítido de la experiencia. Realmente no es considerada una droga muy adictiva, ya que no provoca un comportamiento compulsivo para conseguirla, pero sí produce una gran tolerancia a los efectos. Los consumidores de este alucinógeno experimentan fenómenos conocidos como “viajes”, y en el transcurso de los mismos los sentidos se distorsionan provocando experiencias psicodélicas en estado de semiconsciencia. Aunque cada “viaje” es único, hay efectos y características comunes como pueden ser desordenes sensoriales -confundir colores con olores-, distorsión temporal y desvanecimiento de la percepción de uno mismo, con la que los individuos sienten una pérdida de los límites físicos que separan su cuerpo del resto del universo, pudiendo llegar a experimentar experiencias extrasensoriales a través de reconexiones con los demás y con el universo que los rodea.


Hay nuevos estudios que muestran las primeras imágenes de los efectos que produce este alucinógeno en el cerebro y desvelan cómo se origina esta experiencia conocida como pérdida del ego. Según los investigadores, esta droga constituye un tratamiento efectivo contra algunos trastornos psiquiátricos y neurológicos.












87 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page