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  • Foto del escritorEstrella Collado

Gertrude Ederle, la sirena del Canal de la Mancha



Gertrude con 19 años fue la primera mujer que cruzó el Canal de la Mancha a nado, record que mantuvo durante 35 años, y también fue la primera en usar biquini. El 6 de agosto del año 1936 recorrió a nado la distancia que separa Francia de Inglaterra en 14 horas y 31 minutos.


Trudy como la llamaban en su entorno familiar era de ascendencia alemana aunque ya había nacido en New York en 1905, a donde su familia había emigrado en busca de una nueva y mejor vida. Siendo muy niña contrajo la enfermedad del sarampión que le dejo de por vida una secuela en el oído. Adoraba la natación y a pesar de que los médicos le desaconsejaron permaner largo tiempo en el agua, nada ni nadie logró entorpecer su pasión por este deporte. Comenzó a entrenar profesionalmente en en la Women’s Swimming Association, un prestigioso centro de entrenamiento de Manhattan. Con 12 años fue destacando sobre el resto de sus compañeras y con 13 años logró hacerse con el título de una competición junior organizada en la ciudad neoyorquina. Con 15 añós comenzó a batir numerosos récords y compitió en las Olimpiadas de París en 1924 logrando su primera medalla de oro en los 400 metros en la modalidad de estilo libre por relevos, y dos bronces en competición individual, fue considerada la mejor nadadora del mundo de su época.


Uno de sus sueños era conseguir atravesar a nado el Canal de la Mancha, antes de llevar a cabo el reto, realizó varias pruebas. Tras varios intentos fallidos, y teniendo en cuenta la prensa machista que aseguraba que ninguna mujer sería capaz de conseguir atravesar a nado el canal, Trudy se aferro a su idea y sobre todo a demostrarle a la sociedad paternalista de su época que nada era imposible y menos por el hecho de ser mujer. Así pues al año siguiente se embadurnó de grasa cortó su traje de baño en dos partes para lograr mayor libertad en sus movimientos y el 6 de agosto de 1926 logró alcanzar una de las grandes hazañas que la llevaron a atravesar el Canal de la Mancha en en 14 horas y 31 minutos, venciendo todos los obstáculos. La acompañaron dos remolcadores uno con gente de su entorno y en el otro fotógrafos de prensa internacional. Llegando a Kingston en Inglaterra, donde tuvo un gran recibimiento. Al llegar a Estados Unidos fue recibida como una auténtica heroína, más de dos millones de personas la esperaban en las calles de New York donde el ayuntamiento le tributó un gran y merecido homenaje. Esta gesta la convirtió en uno de los personajes más célebres del deporte de su país. Fue recibida en la Casa Blanca por el presidente Calvin Coolidge.


Fue tanta su fama y popularidad que llegó a protagonizar una película donde se interpreta a si misma. Le dedicaron una canción e incluso un baile. Por un accidente y su cada vez más agravada sordera se vió obligada a retirarse en 1933. A partir de ese momento se dedicó en cuerpo y alma a enseñar natación a niños y niñas de un colegio de sordos de su ciudad de New York. Falleció en Nueva Jersey un 30 de noviembre de 2003.


Imagen del archivo del diario británico The Guardian

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