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  • Foto del escritorEstrella Collado

El heliotropo, una planta con alma de ninfa




Esta planta es una de las especies de la amplia familia de las Boraginaceae, tiene cualidades medicinales. Es un arbusto perenne de tallo muy ramificado que puede alcanzar dos metros de alto. Sus flores son muy aromáticas y por esta razón muy apreciadas para la elaboración de perfumes.


Lo más llamativo y característico del heliotropo reruvianum son sus flores de color violeta con aroma avainillado. En su uso como planta medicinal tiene propiedades que reducen las inflamaciones, cicatrizantes y también es utilizada para lavar heridas y como tratamiento para curar las úlceras. De ella se extrae un aceite esencial muy apreciado en medicina y también en perfumería como base de los perfumes. Su nombre viene del griego y significa: la flor que gira siempre hacia el sol.


Una de las curiosidades de esta planta, seguramente la más desconocida, es su origen mitológico. Cuenta la leyenda que Helios, dios con fama de mujeriego, sentía especial atracción por las ninfas y con algunas mantuvo relaciones e incluso tuvo hijos. Un buen día conoció a las hermanas Clitia y Leucótoe hijas del rey Órcamo y de la ninfa Eurínome.


Clitia se enamoró perdidamente del dios y se pasaba los días contemplando a Helios, en su carro tirado por cuatro corceles blancos, recorriendo el cielo desde el amanecer hasta el alba. Y, él, que todo lo veía, se dio cuenta del amor que la joven le profesaba, e iniciaron una relación apasionada. Pero Helios, mujeriego y caprichoso, un día que bajo a ver a la ninfa se fijo en otra bella joven, quien resultó ser Leucótoe, hermana de su amada. Ella le rechazó pero él utilizando sus tretas y valiéndose de sus poderes divinos forzó a la joven, siendo sorprendidos por Clitia. Su padre el rey no creyó las explicaciones y la mandó matar por entender que había mancillado su honor.


La ninfa Clitia, entristecida por los acontecimientos, se pasó nueve días con sus nueve noches sentada al lado del río esperando a su enamorado mientras veía como el dios la ignoraba. La ninfa languidecía y penaba por la ausencia de Helios. Los demás dioses compadeciéndose de ella, acordaron convertirla en una delicada flor. Entonces la llamaron Heliotropo porque siempre miraba hacia el sol como símbolo de su amor incansable.

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