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Hipertension arterial

Importancia de esta enfermedad crónica



Uno de los problemas de salud que más inquietan a la población lo constituye la Hipertensión arterial o presión arterial elevada. Lo comprobamos todos los días, en la consulta de enfermería, cuando los pacientes nos preguntan por las cifras que ha arrojado el tensiómetro. Pues de un modo casi intuitivo, todos los ciudadanos sabemos que tener la presión arterial alta no es bueno para la salud.


Pero ¿qué es la hipertensión?


Para responder a esta pregunta voy a utilizar la definición de la Organización Mundial de la Salud: "Podemos decir que la tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, considerándose que existe hipertensión cuando la tensión arterial es elevada." La tensión arterial consta de dos valores: la tensión sistólica que se corresponde con el momento en que el corazón late y la tensión diastólica, que es la presión ejercida por la sangre sobre las arterias entre los latidos y, por eso, su valor es más bajo que el de la tensión sistólica, que coloquialmente se conoce como la alta, y la diastólica como la baja.


Para poder establecer el diagnostico de HTA es preciso tomar dos mediciones en dos días distintos, y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser igual o superior a 140 mmHG y la diastólica igual o superior a 90 mmHg.


Es importante que la tensión arterial esté tomada de forma correcta. Para ello, recomiendo estar sentado con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, no haber fumado ni tomado cafeína ni hecho ejercicio en los 30 minutos anteriores a la lectura, y haber vaciado la vejiga, ya que aunque no lo parezca la vejiga llena influye en los valores de la tensión; esperar cinco minutos antes de tomar la tensión para estar relajado. Tomarla en el brazo dominante, que es aquel que arroja las cifras mayores de tensión arterial. Colocar el manguito a la altura del corazón, con el extremo inferior dos centímetros por encima de la doblez del codo. El manguito debe estar adaptado a la complexión del paciente, pues un manguito demasiado estrecho puede comprimir y dar valores que no son reales. Tener el brazo apoyado en la mesa con la mano relajada y en posición descendente. El manguito debe estar en contacto con la piel por lo que es conveniente remangar la camisa, no siendo una práctica adecuada la toma de la tensión por encima de la ropa como se hace en algunas ocasiones. Los pies deben estar en contacto con el suelo y las piernas sin cruzar. Y, por supuesto, no hablar ni estar mirando el móvil mientras está en funcionando el tensiómetro, que debe estar igualmente bien calibrado.


Tipos de tensión


Existen dos tipos de tensión, la llamada primaria o esencial, en la que no existe una causa identificada y se suele desarrollar de forma gradual a lo largo de los años, y la que se llama tensión arterial secundaria, en la que existe una enfermedad subyacente, y que suele arrojar valores mas elevados de presión arterial que la primaria. Estas enfermedades subyacentes, son múltiples pudiendo destacar la apnea obstructiva del sueño, enfermedad renal, tumores en la glándula suprarrenal, defectos congénitos en los vasos sanguíneos, algunos medicamentos como la píldora anticonceptiva, los antigripales, los analgésicos, la cocaína y las anfetaminas.


Muchos hemos oído hablar de la hipertensión arterial llamada de la bata blanca, pero esto no es un tipo de hipertensión sino de una situación en la que pacientes particularmente nerviosos se alteran en presencia del personal sanitario elevando las cifras de tensión arterial, que arroja valores totalmente diferentes en el centro hospitalario y en el domicilio. Lo normal es que la persona que padece este tipo de problema lo conozca y se lo haga saber al personal sanitario. Además una sola medición de presión arterial elevada no es suficiente para efectuar un diagnóstico de hipertensión porque la tensión arterial puede subir de repente y al rato encontrarse dentro de los valores normales sin que tenga mayores consecuencias ya que suele venir originada por alteraciones en el campo emocional, como puede ser tras una discusión o un disgusto.


La hipertensión arterial aunque es grave, por la magnitud de las complicaciones que suele tener aparejada, que pueden comprometer incluso la vida del paciente, y de ahí la necesidad de tener los valores de la presión sanguínea convenientemente controlados, sin embargo, no tiene signos ni síntomas y, las mas de las veces, se suele diagnosticar en controles rutinarios. A partir de los 40 años se recomienda hacer un control de la tensión arterial al menos anualmente, y cada dos años en menores de esa edad. Ahora hasta en las farmacias nos pueden controlar la tensión, no siendo necesario ir al médico para ello, y cada vez son más los ciudadanos que tienen un tensiómetro en sus casas y que se la controlan de forma regular, sobre todo, si tienen antecedentes de hipertensos en sus familias, pues esta enfermedad crónica tiene un importante componente hereditario.


El síntoma mas típico es el dolor de cabeza. Es habitual en las enfermeras que cuando el paciente refiere tener dolor de cabeza se le controle la tensión arterial para descartar la existencia de hipertensión, sobre todo, en pacientes con antecedentes de HTA o especialmente propensos. Otro síntoma relacionado con la HTA es el sangrado nasal y la dificultad para respirar, pero estos suelen aparecer cuando la hipertensión ya es grave.


En todo caso, si le duele la cabeza y al tomarse la tensión arterial presenta valores de sistólica superior a 180 mmHg y de diastólica mayores de 110 mmHg, le recomiendo que salga pitando para el hospital.


Son muchos los factores predisponentes que hacen que una persona sea buen candidato a tener HTA, el componente hereditario ya lo he señalado pero hay muchos mas. Y de eso hablaremos en mi siguiente artículo.


Imagen de - edad de niebla -

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