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  • Foto del escritorBelén Matanza

Jubilarse hoy



Creo que a los que estamos ya en una cierta edad, y más concretamente a los que pertenecemos a la generación del llamado baby boom, hemos recibido con expectación el acuerdo al que ha llegado esta semana el gobierno con la patronal y los sindicatos para la reforma de las pensiones.


La noticia ya no era muy halagüeña si, tras el anuncio de la reforma ya se nos decía que por pertenecer a esta generación se nos iba a exigir un esfuerzo añadido para poder afrontar el pago de las pensiones, ya que se prevé un incremento muy notable del número de pensionistas cuando nos llegue la edad de jubilarnos, precisamente por formar parte de ese estallido natalicio.


Yo no sé a vosotros, pero a mi el anuncio de ese pequeño esfuerzo ya me puso a la defensiva, porque esta claro que va a suponer una merma en nuestros ingresos, es decir, que vamos a cobrar menos que los pensionistas actuales. El gobierno tiene previsto arreglar este "pequeño problemilla" mediante dos técnicas: o bien penalizar a los que se jubilen antes o bien incentivar que permanezcamos en el empleo. Personalmente, ya os adelanto que ninguna de las medidas propuestas me convence por las razones que os expondré.


Actualmente existen seis tipos diferentes de jubilación: la ordinaria, la anticipada, la flexible, la activa, la parcial y la demorada.


Iré explicando por entregas, dada la limitación de espacio, los diferentes tipos de jubilación y la reforma propuesta por el gobierno.


La ordinaria es la que corresponde a un trabajador al cumplir la edad legal para acceder a este tipo de prestación, que para el presente año es de 65 años si se han cotizado 37 años y tres meses o más, o 66 años si no se han cotizado estos años.


La demorada es aquella en la que el trabajador continúa trabajando, a pesar de haber llegado a la edad de jubilación, y esta es la que el gobierno pretende incentivar. Normalmente, los trabajadores que se acogen a esa fórmula son aquellos que no han cotizado el tiempo suficiente y no les queda otro remedio que continuar trabajando para poder acceder a esta prestación por ello, este tipo de jubilación supone menos del 5% de los pensionistas anuales.


El incentivo que pretende realizar el gobierno por cada año de más que trabajemos, es de un 4% anual o bien pagar una cantidad fija anual por cada anualidad que se trabaje de más. En principio, la idea sobre el papel parece excelente, pues resulta que ganaríamos más. El problema se produce cuando nos ponemos a echar números y calculamos cuanto ganaremos de más por cada año que trabajemos una vez que alcancemos los 67 años. que es la edad prevista en el 2027 como edad ordinaria de jubilación. Si aplicamos ese 4% a una pensión media de 1.500 euros mensuales, resulta que ganaríamos 720 euros más al año por trabajar más, es decir, que en vez de disfrutar del merecido descanso que los años nos otorgan, seguiríamos trabajando por la friolera de 720 euros anuales más y si trabajamos otros dos años ganaríamos 1.480 euros más, que capitalizados mensualmente, sumarian 120 euros mensuales que, a mi, a todas luces me parece insuficiente para compensar los 365 días de más que se me van a exigir de trabajo. Tampoco se nos dice cuanto va a recibir el gobierno por ese año que vamos a trabajar de más, pues amén de ahorrarse el considerable desembolso económico que supondría tener que pagarnos todos los meses. Nada se dice de lo que va a obtener el Estado por nuestra cotización a la Seguridad Social, puesto que si sumamos lo que obtiene mensualmente de la cotización del trabajador y la cotización de la empresa, se aproxima enormemente a lo que tendría que pagarnos en concepto de jubilación. Y todo esto, solamente por recibir 720 euros más anualmente. Las cuentas están claras y, como siempre, a favor del estado, no de los trabajadores.


Para compensar este desequilibrio seria conveniente que el gobierno previese que, una vez el trabajador llegue a la edad del retiro, no se cotizara por ese tiempo extra de trabajo, pero la verdad es que no he visto ninguna mención a este respecto.


Más favorable parece la idea de cobrar una cantidad fija y única anual por cada año que trabajemos pero, en este caso, las cuentas tampoco salen, y resulta que esta modalidad a quien mas favorece es precisamente a las rentas altas que son los que más van a cobrar, mientras que las rentas más pequeñas continuarán trabajando casi por nada. Así el pensionista que perciba la pensión máxima de jubilación, que es de 37.507 Euros, percibirá un pago único de 10.963,74 euros si renuncia al cobro del 4% anual. A ojo de buen cubero, sigo pensando que esta es la mejor opción, y continuando con mis matemáticas de andar por casa, resultaría que con 720 euros más que ganaría por trabajar otro año, necesitaría estar cobrando 10 años, como mínimo, la jubilación para percibir la cantidad fija mensual. Y, no sé si mi abuela lo hizo bien pero yo siempre me acuerdo de aquel refrán, que dice: "Más vale pájaro en mano... ”. Quizá sería mejor distribuir de forma más equitativa este plus, y que fuese igual para todos los pensionistas que alarguen su vida laboral.


Y tras esta breve exposición, solo me queda recomendaros que cojáis la calculadora y que valoréis si realmente os compensaría económicamente el continuar trabajando mas allá de la edad de jubilación, si a dinero nos referimos, porque una de las cuestiones que nos quedan pendientes de tratar es la obligatoriedad de jubilarse a una cierta edad para personas que están en plena capacidad y que desean continuar trabajando y que no se les permite, simple y llanamente, porque no hay trabajo para todos y es preciso hacer el adecuado relevo generacional.


La cuestión es que sobre el papel todo queda muy bien y parece que la gente puede trabajar sin problema y jubilarse en el momento que le apetezca, obviando el hecho de que en España existe un problema endémico con el empleo y que lo cierto es que no hay empleo para todos, por lo que difícilmente se va a poder continuar trabajando los años que queramos con las empresas afectadas por la crisis económica y deseando rejuvenecer sus plantillas. A veces pienso que el gobierno vive a espaldas de la sociedad, y que se ha creado un mundo ideal a su medida en el que la inmensa mayoría de la población no tiene cabida.


Pero todavía nos queda mucho que comentar de esta pretendida reforma, que auguro un estrepitoso fracaso para los pensionistas, no así para el gobierno que de manera sutil va a proceder a mermar nuestros ya exiguos ingresos.



Imágen de - edad de niebla -

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